Tortilla de patata con cebolla
España está dividida entre la tortilla con cebolla y la tortilla sin cebolla. Es un plato clásico de nuestra gastronomía, pero todavía no se ha llegado a un consenso. ¡Ni falta que hace! Cada uno que la haga como quiera.
Yo soy de tortilla con cebolla, de hecho soy de todo con cebolla, así que los que no puedan ver a la cebolla integrada en este plato, ¡que retiren la vista por favor! O que la hagan, y comprendan de una vez porqué es un ingrediente imprescindible en la tortilla.
Pero más allá de este debate, este típico plato español es muy versátil y rápido de preparar; y afortunadamente, no requiere un equipo especial para poder elaborarla, solo una sartén, un cuchillo y un escurridor.
Es perfecta como cena, como tapa, aperitivo, o como relleno entre pan y pan. Se puede servir caliente o fría y es una forma fantástica de aprovechar cualquier otro alimento, ya que admite desde verdura a queso, carne o pescado.
Ingredientes
- 6-7 patatas medianas
- 1 cebolla
- Aceite de oliva
- 5 huevos grandes
- Sal, al gusto
Método de elaboración
- Pela las patatas y córtalas en trozos pequeños. Hay quién las corta en láminas finas, en cubos o cuadrados un poco más grandes, hazlo como quieras, pero ten en cuenta que cuanto más grande sea la patata, más tiempo se tardará en cocina, y más se notará en la tortilla.
- Pela y corta la cebolla en trocitos pequeños. Igual que con la patata, a más grosor, más tiempo de cocción y más textura. Mezcla las patatas y la cebolla en un recipiente y sazónalo bien.
- Pon una sartén a calentar a fuego medio-alto y añade una buena cantidad de aceite de oliva. Calcula que el aceite tiene que cubrir buena parte de las patatas para que se cuezan.
- Para comprobar el punto de cocción, añade un trozo de patata al aceite para ver si está lo suficientemente caliente como para freírlo todo. Incorpora la mezcla de patatas y cebollas en la sartén, repartiéndolas uniformemente por toda la superficie. El aceite debería cubrir casi todas las patatas.
- Una vez que cojan temperatura, baja el fuego y deja que se cocinen de 25 a 30 minutos, o hasta que las cebollas estén tiernas y doradas, y las patatas estén bien cocidas. No las remuevas demasiado o se romperán. La patata está cocida cuando al pincharla con un cuchillo, se rompe fácilmente.
- Retira la sartén del fuego y saca las patatas y la cebolla con una espumadera, o añádelas a un colador para dejar que el aceite se escurra bien. Este aceite usado se puede filtrar y volver a utilizar para otra preparación.
- Rompe los huevos en un recipiente para mezclar, sazónalos con una pizca de sal y pimienta negra, y bátelos con un tenedor hasta que espumen. Mezcla las patatas con el huevo hasta que todos los ingredientes estén homogéneos.
- Vuelve a poner la sartén al fuego, a una temperatura media, y añade una cucharada de aceite (puede ser el aceite usado para freír las patatas). Cuando esté lo suficientemente caliente, vierte la mezcla de huevos y patatas, extendiéndola uniformemente en la sartén.
- Deja que el huevo se cuaje por los bordes. Si tiene mucha temperatura, puedes reducir el fuego. Levanta con cuidado un lado de la tortilla para comprobar si el huevo está ligeramente dorado. El interior de la mezcla no debe estar completamente cocido y el huevo seguirá goteando por encima y en el centro.
- Dale la vuelta a la sartén sobre un plato llano, y vuelve a deslizar la tortilla (que probablemente todavía esté un poco líquida) en la sartén. Usa la espátula para dar forma a los lados de la tortilla. Deja que se cocine 4-5 minutos, o hasta que se dore y se cocine por completo.
- Apague el fuego y deja que la tortilla se asiente en la sartén un par de minutos. Desliza cuidadosamente la tortilla sobre un plato grande.
NOTAS
Hay quien prefiere una tortilla menos hecha, con el huevo colgando, para ello hay que dejarla cocinar menos tiempo, sin dejar que se cuaje por completo.